Ella es María Elena, uno de los personajes más ricos de los largometrajes dirigidos y escritos por Woodie Allen. Cigarillo en mano, neurótica, critica y despotrica sin límites.
La historia gira completamente con su retorno. Su sensualidad natural acapara la pantalla y hechiza a cada espectador, regalándole un recuerdo agridulce, con una mezcla de histeria y pura honestidad.