
El resultado es entretenido, y nostálgico. Provoca remontarse a la década de las 'behives', e imitar las famosas coreografías alguna vez plasmadas en pantalla por el elenco de 'Grease'.
Algunos temas, con una poderosa batería, alcanzan el punto exacto del éxtasis enérgico; y aunque parece paradójico el deseo de saltar al beat de sonidos que solían escuchar nuestros abuelos, impactan.
Por último, pero no de menor importancia, la combinación de buena entonación y sincronía siempre logran captar la atención del oyente. Este trío inglés sabe como coquetear con la modernidad de los sonidos de antaño.
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